Dejar escritas las cosas hace que perduren. Quiero relatar mis sensaciones y recuerdos del nacimiento de Little Bebé 2:
Me acuerdo la incertidumbre de si iba a nacer por cesárea o por parto vaginal. Si iba a ser inducida o dejarla adentro hasta la semana 90.000 porque ella giraba todo el rato, porque tenía contracciones regulares de parto pero yo ni enterada, porque yo quería controlar todas las variables pero Little Bebé 2 tenía otro plan para su nacimiento y quería agregarle el factor sorpresa a todo el proceso. Parecía que quería nacer pero le daba pereza todo el trámite.
Me acuerdo despedir a Little Nena en la puerta de la casa de la amiguita llorando a mares. La sensación de soltarle la mano me estrujó el corazón. Ella ni se enteró, estaba feliz del pijama party con la amiga. Qué difícil es ese particular momento.
Me acuerdo haberme subido al bus H6 hasta el hospital con Mr C diciendo: "mejor que un taxi" y yo tratando de reírme para no llorar.
Me acuerdo de la charla con la matrona 1 sobre todas mis inquietudes del procedimiento. La paciencia con la que esta santa mujer me explicó al detalle los procesos biológicos que yo había previa y meticulosamente estudiado y mi necesidad de seguir preguntando como si fuera una fuente inagotable de dudas.
Me acuerdo las primeras contracciones en la sala de partos. Mr C con su computadora trabajaba o al menos se hacía el distraído y cada tanto me miraba o me preguntaba cuestiones laborales.
Me acuerdo el intercambio de videos y fotos con Little Nena y la tranquilidad de saber que la estaba pasando bien. Era obvio que iba a ser así y además no quedaba otra opción.
Me acuerdo cuando pedí la epidural y del desmayo de Mr C. También de la auxiliar de enfermería puteándolo por desmayarse como si eso hubiese sido un acto deliberado. Recuerdo el diálogo con el anestesista que parecía haberse recibido unas horas antes. Me acuerdo estar sentada en la camilla diciéndole que venían contracciones y que espere porque me iba a mover un poquito mientras sentía una descarga eléctrica en mi pelvis.
Me acuerdo sacarnos fotos sonriendo al principio, con cara de odio después. Me molestaban las contracciones seguidas. Casi que las disfrutaba porque entendía que era parte del proceso, que esto es un rato y después se termina. La inducción fue efectiva y dilaté sin problemas en pocas horas. Me acuerdo hablar con la matrona 2 y la matrona 3 como si fuéramos amigas de toda la vida. Me acuerdo de hacer apuestas con ellas sobre la hora del nacimiento.
Me acuerdo que cuando ya estaba por nacer Little Bebé 2, Mr C se había ido a dar una vuelta. Lo tuve que llamar para que vuelva. Me habían puesto un espejo enfrente para que la vea salir, bajado la luz y se habían puesto mascarillas. Me habían preguntado si quería música. Yo no entendía nada. Lo esperamos a que vuelva y empezó la aventura de los pujos. En poco tiempo nació sin inconvenientes. No sabía que eso era un parto respetado y me pareció hermoso.
Nació con los ojos de matronas, obstetra, padre y madre viéndola. Fue un trabajo de equipo y estoy más que agradecida con las personas que me rodearon. No puedo decir que fue mágico pero sí algo muy animal, instintivo, doloroso y con mucho amor.
Me acuerdo que ni bien salió, me la dieron para que la sostenga. Yo pensaba que una enfermera lo haría y no entendía por qué la tenía que sostener yo. Después me acordé que soy la madre y se me pasó. Me acuerdo a Mr. C cortando el cordón umbilical con cara de "naaaaa, no hace falta". Me acuerdo la cara de las matronas riéndose de nuestras bromas sobre el fin del erotismo.
Me acuerdo que Little Bebé 2 se puso en la teta como si eso era lo que sabía que tenía que hacer. Mi cara de asombro porque todo fluía. Me acuerdo sentir plenitud y felicidad que invadía todo mi ser. Era una alegría enorme saber que ya estaba del otro lado de la piel y que todos estábamos bien. La matrona 3 nos sacó una foto por voluntad propia. También tengo un cuadro con mi placenta impresa con témpera. Souvenir particular pero simbólico. Yo no entendía nada pero estaba feliz. Amaba la oxitocina fluyendo por dentro.
Me acuerdo el reencuentro con Little Nena en el hospital. ¿qué pasó con esa niña pequeña? ¿cuándo creció tanto? ¿por qué pesaba tanto? No me importaba realmente. Estaba feliz de volver a verla y presentarle a su hermanita, a quien amó desde el primer momento. Little Nena quería darle la teta y peinarla, no entendía por qué no caminaba y había que cargarla todo el tiempo, y eso de jugar con ella como que también la frustró un poco pero fue muy paciente y la sigue acompañando para crecer juntas...