Esta vez la maternidad me llena de alegría pero también de nostalgia. De saber que para Little Bebé 2 esta etapa está llena de primeras veces y para nosotros también está llena, pero de últimas veces.
Me da nostalgia sentir que no voy a llevar a nadie más adentro y de saber que con una teta se soluciona el mundo no importa si pica, si duele, si hay hambre, si está triste o contenta. Me da nostalgia saber que soy todo para esa pequeña persona: su refugio, su alimento, su amor, su contención y que esto en poco tiempo cambia.
Me da nostalgia saber que dentro de poco no voy a poder llevarla más para todos lados como si fuera una extensión mía. De dormir juntas, solas, tranquilas, abrazadas. De despertarme mil veces y sentir amor en cada abrir y cerrar los ojos. Y pereza también, no lo voy a romantizar. De sus mimos con sus mini manitos mientras la duermo, de sus miradas mientras toma teta, de sus sonidos cuando me habla sin palabras.
Me da nostalgia saber que el tiempo es unidireccional y express, que todo lo que está pasando ya no vuelve. Que en breve Little Bebé 2 ya no será más una bebé. Y por esto sigo sacándole fotos de su día a día intentando inmortalizar su primera infancia, para que no se me escape ningún detalle y sea eterna.
Me da nostalgia saber que no me puedo dividir y darles la atención que se merecen las dos al mismo tiempo y que hay momentos en los que toca elegir. Una de las cosas más difíciles de ser mamá de dos peques es sentir que estoy desatendiendo a una cuando atiendo a la otra. De saber que no puedo con todo aunque lo intente. También es cierto que ellas no necesitan que llegue a todo porque ellas son dos pero yo sigo siendo una. Creer que somos omnipotentes es una falacia innecesaria y frustrante. No puedo con todo y siempre tengo que dejar algo de lado. Pasa que la mayoría de las veces me dejo a mi misma y/o a nuestra pareja. Mr C aguanta paciente mis humores y dolores, mis luces y sombras. Está donde yo no llego y hace cuando yo no puedo. Trabajo de equipo.
Eventualmente todo pasa: lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, lo difícil y lo fácil, las noches sin dormir y las divertidas. Todo pasa y está bien que así sea con o sin nostalgia.