Y ahora entiendo el amor del que te hablan cuando te cuentan qué se siente ser madre. Y también entiendo a mi mamá. Y a la mamá de mi mamá y a todas las madres que hicieron posible que Little Bebé esté en el mundo. También entiendo los miedos, las dudas, lo voy captando todo. Pero si me preguntan a mi qué es ser madre no tengo idea cómo expresarlo sin parecer ñoña.
Con Little Bebé hay una conexión que por ahora trasciende las palabras, que no sé ni cómo describir y que recién empieza. Es una sensación similar a estar enamorada, a verla y pensar que es la más hermosa del universo mientras se me cae una lagrimita, a tratar de decodificarla todo el tiempo, a sentir miedo de no poder darle todo lo que necesita o protegerla de todos los males. Es una sensación similar a estar al borde del abismo cada vez que llora y no saber qué le pasa mientras la tratamos de consolar.
Y la concepción del tiempo como tal parece que no existe más. Ahora la vida tiene otro ritmo: todo se debe hacer en 5 minutos o estalla el mundo, lo que me lleva a desarrollar nuevas habilidades como comer con una mano y en 5 minutos, bañarme en 5 minutos, dormir 5 minutos y despertarme para chequear que respira, no tiene fiebre, no hace frío ni calor, no hay que cambiar el pañal y que está todo bien. El resto del tiempo se distribuye equitativa y no excluyentemente entre tener a Little Bebé a upa y dar la teta. Estas dos tareas, por decreto general de la excelentísima, deben durar horas sin importar si se me acalambra el brazo, si tengo que ir al baño, si estamos en una calle con mucha gente, no importa nada. Se hace y ya está. Aunque suene demandante, todavía lo hago con mucho placer (bueno, llevo tres meses nomás, me queda mucho todavía).
No sólo la concepción del tiempo me cambió, también la tolerancia. Si Little Bebé me vomita por tercera vez mi camisa preferida no pasa nada, se lava después. Si me caga/mea encima porque el fresquito le dan ganas mientras la cambio, ya ni me molesta. Si como en dos minutos porque llora y quiere estar conmigo, ya habrá tiempo para una digestión más lenta. Si estoy apurada, es obvio que salgo de casa y se caga. Mientras no me esté muriendo de sueño, todo es circunstancial y todo es disfrutable a su manera. Aunque debo reconocer que cuando me despierto más de tres o cuatro veces a la noche, al día siguiente recomiendo alejarse lo máximo posible de mi vista.
También descubrí una unidad de medida del crecimiento infantil: ¿en cuántos pestañeos tu hijo pasó de ser un bebé que entra en tu antebrazo y pesa como una pluma a ser un bebé que entiende, que se sienta, que te mira y te interpela? Y ni hablar cuando no le entra la primer ropita que le pusiste. Eso sí que es un primer signo visible de que creció. Entonces empezás a revisar entre los regalos y la ropa que heredó de amiguitos a ver si algo le entra ¿de qué talle era el conjuntito ese que le regaló la mamá de la nuera de la esposa del padre de Mr C? Y así todo el rato.
Esto que me pasa a mi me da la sensación que no es tan terrible porque ser madre nunca es lo suficientemente sufrido si te comparan con otras: "ahhh pero vos tuviste cesárea", "ahhh pero vos dormís de noche", "ahhh pero vos tenés una sola"...y así infinidad de veces. Y ni hablar de comparaciones del tipo "porque mi hijo empezó a tocar el piano a los seis meses" y "mi hija no gatea, pero ya se entrena para maratones con Usain Bolt". "¿Qué? tu hija todavía no canta ópera, recita poesía de memoria o habla 15 idiomas? Mi hija a los cuatro meses ya lo hacía". Little Bebé hace burbujas de saliva y estoy muy orgullosa de ella. Calma señores que cada personita se desarrolla a su propio tiempo. Pero no sólo me pasa con Little Bebé, desde antes que vengo escuchando frases en las que parece que el futuro siempre es apocalíptico:
Querés quedar embarazada: "uhhh prepárate porque después..." después voy a pasarme 9 meses con la intriga de qué le habrá pasado tan terrible a esa persona que me lo dijo.
Estás embarazada: "uhhh ese mes es terrible, pero el que viene..." o "dormí ahora porque después..." Por ahora que yo sepa no hay un frasco con sueño donde lo puedo almacenar e ir usando en la medida que lo necesite pero parece que quienes lo dicen sí. Cuando termine de escribir esto, me voy a ir al supermercado a preguntar si tienen un frasco de muchos kilos de sueño para venderme.
Vas a parir: "uhhh el parto es muy jodido..." o, también me han narrado con lujo de detalles sus propias experiencias sin que se lo haya pedido. Es verdad que ni bien sos mamá, tenés una necesidad inexplicable de contarle al mundo cómo fue el parto sin que te lo pregunten. Pero gente que tuvo hijos hace muchos años... ¿hace falta?
Nace: "uhhh ahora es fácil, lo que viene después es..." Y si, ya lo sé. La maternidad es un desafío encantador. Por eso lo elegí, porque quiero vivir con mucha alegría lo que viene después.
Y así parece que ser padres es un eterno "the worst is yet to come". Pero la experiencia es subjetiva y por suerte hay tantas como personas en el mundo.
Vivir y dejar vivir. Eso es lo mejor. No hacen falta comparaciones ni consejos no solicitados. Con despertar cada mañana y verla sonreír ya me alcanza. El resto... vamos viendo.